Hola Pantus!!!
Hoy dejo el blog en manos de Txell y Laura, dos amigas que se han marcado una escapada de cuatro días a Mallorca!!! A ver chicas...qué os contáis?
Hace unos días tuvimos unos días de vacaciones. Se presentaban con escasas perspectivas y muchas ganas de hacer una escapadita. Encontré unos billetes baratos a Mallorca así que ¡ZAS!, los cacé al vuelo y no me costó demasiado convencer a mi amiga Laura para que me acompañara en una nueva aventura “Thelma & Louise”. ¡Volando voy, volando….!
Nuestro hotel y centro de operaciones estaba ubicado en Portocristo, desde donde recorrimos las diferentes zonas de la isla en nuestro FIAT de alquiler.
Visitamos las calas del sureste: Platja des Trenc, Ses Salines y la que más nos gustó, Cala Llombards. Hacia el norte, la mítica Cala Ratjada.
Noche de Viernes Santo en Manacor con procesión incluída. ¡No nos perdemos nada!
Parte Oeste de la isla. Recorremos la preciosa Serra de Tramuntana de punta a punta. Primera parada, Sóller: paseamos por sus preciosas calles, compramos una sobrasada de cerdo negro de escándalo y unas típicas "panades" de guisantes y sobrasada como tentempié antes de coger el famoso tranvía de madera que nos llevará entre naranjos hasta el Port de Sóller.
El Port de Sóller es el típico pueblo marinero de postal, con sus fantásticas vistas al mar, barquitos amarrados e impresionantes acantilados. Vale la pena subir hasta la Ermita de Santa Catalina de Alejandría, un mirador de excepción para obtener la mejor panorámica del pueblo. Quedarte a cenar pescadito en uno de sus numerosos restaurantes, es una delicia.
Deià, Valldemossa y Banyalbufar, otros pueblitos de la Serra de Tramuntana más pequeños que Sóller pero igualmente encantadores.
En Pollença ¡ambientazo! Decidimos subir hasta el monte del Calvari, construido entre 1795 y 1799, a pesar de que para llegar a él hay que subir una escalinata de nada más y nada menos 365 escalones (ufff…!).
Nos dirigimos a la famosa y poco accesible cala de Sa Calobra a través de las vertiginosas curvas de la Serra de Tramuntana. Sa Calobra es un rincón bellísimo en la desembocadura del Torrent de Pareis, fuente de inspiración de artistas y donde cada verano se celebra un concierto gracias a su excelente acústica.
Y como colofón, una puesta de sol que nada tiene que envidiar a las de Ibiza ;-)
¡Menuda escapadita a Mallorca! Un tiempo más que aceptable, poca masificación de turismo, calas de ensueño, árboles en flor, valles de naranjos, procesiones, puertos de montaña para ciclistas intrépidos, puestas de sol, meriendas en algún rincón de la Vall dels Tarongers... Para una escapada a Ses Illes, no se puede pedir más.
Y después de cuatro días agotadores, ensaimada bajo el brazo y ¡de vuelta a casa!
Mil gracias guapetonas, por compartir con todos los pantufler@s vuestra escapadita a Mallorca. Un besote!!!
PD: confieso que tuve la suerte de probar la ensaimada que traíais bajo el brazo! Ñam!